Pues a Jesús vuestro celo
le rindió tantos honores
dad a nuestros corazones
Apóstol Javier, consuelo,
trabajo y un sueldo honesto.
Líbranos de la escasez
que tantas penurias causa,
y trae la alegría a casa
junto con tu protección,
que por nuestra pequeñez
es causa de admiración.
Los empleos son del cielo
la tierra nuevas regiones
dad a nuestros corazones
Apóstol Javier, consuelo,
trabajo y un sueldo honesto.
Cuando estabais trabajando
un crucifijo ese día
vuestras fatigas sentía
copia de sangre sudando,
el Buen Jesús os miraba
y tu esfuerzo apreciaba.
Mira tu nuestros esfuerzos,
a veces sin resultados,
que por eso te pedimos
trabajo justo y honesto
para vivir dignamente
sin problemas ni tropiezos.
Santo Francisco Javier,
dad a nuestro corazón consuelo
para vivir el día a día contentos
agradecidos a tus esfuerzos
y escuchar nuestros sollozos.
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