¡Ave María, Mujer humilde,
bendecida por el Altísimo!
bendecida por el Altísimo!
Virgen de la esperanza,
profecía de tiempos nuevos,
nosotros nos unimos a tu cántico de alabanza
para celebrar las misericordias del Señor,
para anunciar la venida del Reino
y la plena liberación del hombre.
¡Ave María, humilde Sierva del Señor,
Gloriosa Madre de Cristo!
Madre de los vivientes! ¡Ave María, Mujer de la fe,
primera entre los discípulos!
Enséñanos a construir el mundo desde adentro:
en la profundidad del silencio y de la oración,
en la alegría del amor fraterno,
en la fecundidad insustituible de la Cruz.
Santa María, Madre de los creyentes,
Nuestra Señora de Lourdes,
ruega por nosotros. Oración de Juan Pablo II
nosotros nos unimos a tu cántico de alabanza
para celebrar las misericordias del Señor,
para anunciar la venida del Reino
y la plena liberación del hombre.
¡Ave María, humilde Sierva del Señor,
Gloriosa Madre de Cristo!
Virgen fiel, Morada Santa del Verbo,
enséñanos a perseverar
enséñanos a perseverar
en la escucha de la Palabra,
a ser dóciles a la Voz del Espíritu Santo,
atentos a sus llamados
a ser dóciles a la Voz del Espíritu Santo,
atentos a sus llamados
en la intimidad de la conciencia
y a sus manifestaciones
y a sus manifestaciones
en los acontecimientos de la historia.
¡Ave María, Mujer del dolor,Madre de los vivientes!
Virgen Esposa ante la Cruz,
Eva nueva,
sed nuestra guía
sed nuestra guía
por los caminos del mundo,
enséñanos a vivir y a difundir
enséñanos a vivir y a difundir
el Amor de Cristo,
a detenernos contigo
a detenernos contigo
ante las innumerables cruces
en las que tu Hijo aún está crucificado.
en las que tu Hijo aún está crucificado.
primera entre los discípulos!
Virgen Madre de la Iglesia,
ayúdanos a dar siempre
razón de la esperanza
razón de la esperanza
que habita en nosotros,
confiando en la bondad del hombre
confiando en la bondad del hombre
y en el Amor del Padre.
Enséñanos a construir el mundo desde adentro:
en la profundidad del silencio y de la oración,
en la alegría del amor fraterno,
en la fecundidad insustituible de la Cruz.
Santa María, Madre de los creyentes,
Nuestra Señora de Lourdes,
ruega por nosotros.
en el Santuario de Lourdes
el 14 de agosto de 2004.
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