¡Virgen María, Madre de la Salud!
Patrona de todos los enfermos y dolientes,
de los que sufren a causa de la enfermedad.
Perdona nuestros pecados,
Madre de Bondad infinita,
y escucha nuestras súplicas
para poner remedio a nuestros sufrimientos:
Tu Hijo divino te encargó
de los que sufren a causa de la enfermedad.
Perdona nuestros pecados,
Madre de Bondad infinita,
y escucha nuestras súplicas
para poner remedio a nuestros sufrimientos:
Tu Hijo divino te encargó
que fueras también Madre de todos los hombres,
y desde entonces, con admirable fidelidad,
has estado presente en la vida de la Iglesia
y de cada uno de sus hijos;
como ejemplo de todas las virtudes
personales y comunitarias;
como ejemplo de todas las virtudes
personales y comunitarias;
como mediadora nuestra ante Dios,
y como madre de la vida divina
que Cristo nos comunica.
que Cristo nos comunica.
Tú conoces nuestros sufrimientos y problemas,
A ejemplo tuyo y con tu ayuda,
acepto el plan de nuestro Padre Celestial que,
en Cristo y por el Espíritu Santo
quiere salvarnos a través de las pruebas
y sufrimientos de esta vida temporal,
y sufrimientos de esta vida temporal,
y si mi petición no fuera de su agrado
y tuviera que seguir soportando mi enfermedad,
te ruego Madre Divina,
la hagas más llevadera, y me otorgues
los dones de la paciencia y la resignación,
que hagas mis dolores más soportables,
y que me ayudes a solucionar los problemas
y necesidades que esta situación me causa.
Divina Virgen, Salud de los Enfermos,
no desoigas mi súplica
y alivia mis penas y sufrimientos.
y tuviera que seguir soportando mi enfermedad,
te ruego Madre Divina,
la hagas más llevadera, y me otorgues
los dones de la paciencia y la resignación,
que hagas mis dolores más soportables,
y que me ayudes a solucionar los problemas
y necesidades que esta situación me causa.
Divina Virgen, Salud de los Enfermos,
no desoigas mi súplica
y alivia mis penas y sufrimientos.
Amén.
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