El mal del "ánima arrimada" es cuando una persona presiente (o un sanador le diagnostica) que hay un espíritu a su alrededor que le causa daños. Tanto el rezo anterior, como este conjuro, sirven para expulsar estas ánimas o espíritus maléficos.
Cuando se hacen estas oraciones, el enfermo debe estar presente, tumbado, y el rezador debe ir "espantando" al espíritu o ánima, con ramas de hierbas (escobas), que suelen ser romero, de ruda o de genista, en América hay una específica llamada "espantamuertos".
En las partes del texto que aparece una +, se debe santiguar al enfermo.
CONJURO
En el nombre del Padre +
del Hijo +
y del Espiritu Santo +
Sal ánima arrimada
te ite maledite,
pecate excomulgate.
Yo te hago un colchón
de picos de limonero,
y una almohada
de botellas rotas,
pa que te cortes
las cuerdas del cogote,
y no vuelvas.
Os conjuro brujas,
bocas toscas,
Dios me libre de vosotras +,
sábado de la Virgen, +
anda y corre con Dios delante, +
huid hechiceras.
Aquí los de Santa Batinita +
que si algún perro maldito
junto a mí está,
bautizado o sin bautizar,
a los profundos abismos
se vaya a reventar.
Yo te expulso demonio +
negras maldiciones +
y ánima arrimada, +
que sea expulsada
y a la mar tirada, +
donde no haga daño a nadie,
ni a ti, + ni a mí, +
y si de allí logra salir,
que vuelva a los infiernos,
de donde no debió salir. +
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