Qué amable eres, oh María,
Virgen de Guadalupe,
que dejaste tu divina imagen
en la capa del indio Juan Diego,
para dar testimonio permanente de tí misma.
Patrona de México y de las Américas,
te veneramos por millones,
acudiendo a tu santuario,
o, rezando ante tu imagen,
y por millones se reciben tus gracias,
porque siempre estás solícita
a las peticiones que te hacemos...
Virgen de Guadalupe bendita,
bendición para los pobres,
a los que cuidas y proteges
con especial ternura,
ayudándonos y cubriendo nuestras necesidades,
en las más difíciles circunstancias.
Hoy te vengo a rogar por:
(Hacer la Petición)
A través de Tu intercesión
cada vez son más, los que aceptan
a tu amado Hijo como su Señor
para gloria de Dios y tuya.
Te amamos Madrecita,
pues cada vez son más
las muestras de tu amor infinito.
No dejes de cuidarnos, Madre,
tu protección es el más valioso tesoro,
y ayúdanos a caminar,
sorteando día a día, los problemas
y las dificultades que aparecen en nuestra vida.
Recibe nuestro amor,
Querida Virgen de Guadalupe,
siempre presente en nuestros corazones.
Amén
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