OH, dulce nombre de Jesús!
Nombre de vida,+ de salvación, de alegría;
nombre precioso, radiante e inefable;
nombre que conforta al pecador;
nombre que salva, guía y gobierna todo.
Que te plazca, oh Jesús,
alejar de mí al demonio y los malos pensamientos.
Ilumíname, Señor, que ciego me encuentro;
disipa mi sordera, pues estoy sordo;
enderézame, pues soy cojo,
devuélveme la palabra, que mudo soy;
cura mi lepra, porque estoy contaminado;
sáname, porque estoy enfermo,
y resucítame, porque estoy muerto.
Rodéame por todas partes,
tanto por fuera como por dentro,
a fin de que, estando fortificado
con tu santo nombre,
viva siempre en Ti,
alabándote y honrándote;
porque todo a Ti se debe.
que Jesús esté siempre en mi corazón.
+ Así sea.
Que Jesús no me abandone y me guié.
+ Así sea.
Que Jesús me libre de odiar
tanto a mis amigos como a mis enemigos.
+ Así sea.
Que Jesús no permita
que anide en mi corazón la envidia.
+ Así sea.
Loor, honor y gloria te sean dados,
¡Oh Jesús mío!,
por los siglos de los siglos.
+ Amen.
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