Santa María del Dulce Nombre,
llena de gracia
y colmada por el Espíritu Santo.
Has amado a Jesús,
como ninguna otra madre puede amar;
no con un amor que nace del vacío
y se apega al niño, controlando
y acaparando su libertad de hijo
para calmar su propio sufrimiento
y su angustia de madre.
Tú lo has amado con un amor
que nace de la plenitud,
dando tu vida en el amor.
Entre los santos de todas las épocas,
tú tienes un lugar muy especial
en el corazón de la Trinidad
"¡Todas las generaciones
te llamarán bienaventurada!"
Eres también Madre de todos los hombres,
a quienes cuidas y proteges con amor,
dulzura y benevolencia.
A tu amparo siempre nos acogemos:
Oh Dulce Virgen María,
y ante nuestras dificultades y problemas
solicitamos tu favor,
siendo atendidos siempre
con rapidez y generosidad,
por difíciles que sean nuestras solicitudes.
(hacer la petición)
Intercede por nosotros ante Dios,
para que también nos sea dada
aquella comunión de amor,
que tú viviste en la humildad
y en la sencillez de la fe.
Amén
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