¡Oh, gran Dios!
por quien todo se ha librado,
+ líbrame de todo mal.
+Oh, gran Dios,
que has concedido tu consuelo a todos los seres,
concédemelo también!
+Oh, gran Dios,
que socorriste y ayudaste
a quien te lo ha suplicado,
ayúdame y socórreme
en todas mis necesidades,
mis penalidades,
mis trabajos, mis peligros;
líbrame de todos los obstáculos
y de las emboscadas de mis enemigos
tanto visibles como invisibles,
en el nombre del Padre,
+ que ha creado el mundo;
en el nombre del Hijo,
+ que lo ha redimido;
en el nombre del Espíritu Santo,
+ que ha ejecutado la ley en toda su perfección!
Yo me inclino a tus pies
y me pongo bajo tu santa protección.
+ Así sea.
Que la bendición del Dios Padre,
quien con una sola palabra lo creó todo,
sea siempre conmigo.
+ Así sea.
Que la bendición del Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
Dios viviente,
sea siempre conmigo.
+ Así sea.
Que la bendición del Espíritu Santo,
con sus siete dones,
sea siempre conmigo.
+ Así sea.
Que la bendición de la Virgen Maria,
Madre Inmaculada, sea siempre conmigo.
+ Así sea.
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