El barco del Carmelo reza y canta,
al hacerse a la mar del nuevo día,
y en su mástil por vela se levanta
el santo Escapulario de María.
En la Montaña gloriosa
donde germina el Carmelo,
florece su excelsa Dueña
en el risco de aquel suelo,
La Reina y la Soberana,
la dulzura y el anhelo,
la hermosura más humana
y más divina en su vuelo.
¡¡Madre y Divina Pastora
Señora y Flor del Carmelo!!
Por esa Santa Librea,
Pastorcita del Carmelo,
bajo tu capa amorosa,
llévanos contigo al Cielo.
(Hacer la petición)
Rezar 3 Ave María y la Salve.
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