¡Santos y Benditos Ángeles
Guardianes de nuestros hogares!
Venid en nuestro auxilio.
Participad con nosotros
en nuestras labores
y en nuestras diversiones,
en nuestras alegrías
y en nuestras penas,
en nuestra salud
y en nuestra enfermedad.
Estad con nosotros
para que oigamos vuestros vuelos
y sintamos vuestro aliento
en nuestras mejillas.
Acercaos y sentid
nuestro amor humano;
Tomad nuestras manos
Tomad nuestras manos
en las vuestras.
Relevadnos por algún tiempo
del peso de nuestros cuerpos.
Permitidnos participar con vosotros
de vuestra admirable libertad,
vuestra inmensa vida en el aire soleado,
de vuestra gran intensidad cariñosa,
de vuestra unidad con la Vida.
Ayudadnos a trabajar y recrearnos,
de modo que se acerque el tiempo
de modo que se acerque el tiempo
en el que toda nuestra raza
os conozca bien
y os salude como hermanos peregrinos
y os salude como hermanos peregrinos
en el sendero de Dios.
¡Salve Ángeles Guardianes del Hogar!
Venid en nuestro auxilio.
Participad con nosotros
en nuestra labor y recreación,
para que la vida interior sea libre.
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