Santa Cruz de Carava,
Gran tesoro de Poder,
que apareciste milagrosamente
cuando faltaba el crucifijo de Nuestro Señor
en la celebración de la Santa Misa:
A tu poder yo me acojo,
por mi abogada te escojo,
y si tu fuerza me saca
de la pena que hoy me ataca,
te traigo en penal y señal
incienso, mirra y copal.
Y con alma limpia y pura
una pequeña figura
de mi persona en metal.
Cruz bendita y soberana
que obras tantas maravillas,
te alabo en frases sencillas
cada día de la semana;
mi alabanza nunca es vana
pues ya no cabe ni duda
que al mundo tu fuerza escuda
y a quien rendido te nombra
lo cobijas con la sombra
de tu poderosa ayuda.
Ampárame Cruz Santa y Sagrada,
protégeme de malos ojos,
envidias y hechicerías,
que los ángeles que te portan,
siempre conmigo estén,
y si la salud en algún momento me falta,
cúrame con tu poder,
tú que al Señor sostuviste
y en ti su preciosa sangre dejó,
eres símbolo sagrado
y objeto de mi devoción.
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