Oye, mortal, el lamento
de un alma aprisionada, sola, triste,
abandonada en este oscuro aposento.
Anima mía, Anima de paz y de guerra,
Anima de mar y de tierra,
deseo que todo lo que tenga ausente o perdido
se me entregue o aparezca.
Yo os acompaño en vuestro dolor
compadeciéndoos al veros gemir y padecer
en el abandono de esa dura y estrecha cárcel,
y deseo aliviaros vuestra aflicción;
Ofrendaos todas aquellas obras meritorias,
que he pasado, paso y he de pasar en esta vida
para que paguéis vuestras culpas a Dios,
y alcancéis su gracia
esperando me haréis el gran beneficio
esperando me haréis el gran beneficio
de pedirle que dé a mi entendimiento
la luz necesaria
la luz necesaria
para que yo cumpla su Santa Ley,
amándole sobre todas las cosas
como a mi único y sumo bien,
como a mi único y sumo bien,
y a mi prójimo como a mi mismo,
pues así mereceré su "Divina Majestad"
y por su misericordia infinita, mi salvación.
y por su misericordia infinita, mi salvación.
Amén
( Rezar 5 Padre Nuestro,
5 Ave María y 5 Glorias )
5 Ave María y 5 Glorias )
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