viernes, 28 de febrero de 2014

A LA VIRGEN DE LOS 7 DOLORES PARA UNA PETICIÓN GRAVE Y URGENTE

 
 
 
El camino para penetrar en los sufrimientos del Hijo
es penetrar en los sufrimientos de la Madre.
(Cardenal J. H. Newman.)
 
Rezar despacio, meditando estos dolores:
 
1º Dolor
La profecía de Simeón 
en la presentación del Niño Jesús.
 
Virgen María:
por el dolor que sentiste
cuando Simeón te anunció
que una espada de dolor atravesaría tu alma,
por los sufrimientos de Jesús, 
y ya en cierto modo te manifestó
que tu participación en nuestra redención
como corredentora sería a base de dolor;
te acompañamos en este dolor. . .
 
Y, por los méritos del mismo,
haz que seamos dignos hijos tuyos
y sepamos imitar tus virtudes.
 
Dios te salve, María,…
 
2º Dolor
La huida a Egipto con Jesús y José.
 
Virgen María:
por el dolor que sentiste
cuando tuviste que huir  precipitadamente tan lejos,
pasando grandes penalidades,
sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño;
al poco de nacer, ya era perseguido de muerte
el que precisamente había venido
a traernos vida eterna;
te acompañamos en este dolor . . .
 
Y, por los méritos del mismo,
haz que sepamos huir siempre
de las tentaciones del demonio.
 
Dios te salve, María,…

3º Dolor
La pérdida de Jesús.
 
Virgen María:
por las lágrimas que derramaste
y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo;
tres días buscándolo angustiada;
pensarías qué le habría podido ocurrir
en una edad en que todavía
dependía de tu cuidado y de San José;
te acompañamos en este dolor . . .
 
Y, por los méritos del mismo,
haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.
 
Dios te salve, María,...
 
4º Dolor
El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas
camino del calvario.
 
Virgen María:
por las lágrimas que derramaste
y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo c
argado con la cruz,
como cargado con nuestras culpas,
llevando el instrumento
de su propio suplicio de muerte;
Él, que era creador de la vida, 
aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande
de ser condenado a muerte 
y precisamente muerte de cruz,
después de haber sido azotado
como si fuera un malhechor y,
siendo verdadero Rey de reyes,
coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo
hubiera sido suficiente para honrarle
y ceñírsela en su frente; en cambio
le dieron lo peor del mundo
clavándole las espinas en la frente y,
aunque le ocasionarían un gran dolor físico,
aún mayor sería el dolor espiritual 
por ser una burla y una humillación tan grande; 
sufrió y se humilló hasta lo indecible, 
para levantarnos a nosotros del pecado;
te acompañamos en este dolor . . .
 
Y, por los méritos del mismo,
haz que seamos dignos vasallos
de tan gran Rey y sepamos ser humildes
como Él lo fue.
 
Dios te salve, María,…
 
5º Dolor
La crucifixión y la agonía de Jesús.
 
Virgen María:
por las lágrimas que derramaste
y el dolor que sentiste al ver la crueldad
de clavar los clavos en las manos y pies
de tu amadísimo Hijo, y luego al verle
agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros,
llevó su pasión hasta la muerte,
y éste era el momento cumbre de su pasión;
Tú misma también te sentirías
morir de dolor en aquel momento;
te acompañamos en este dolor...
 
Y, por los méritos del mismo,
no permitas que jamás muramos por el pecado
y haz que podamos recibir los frutos de la redención.
 
Dios te salve, María,…
 
6º Dolor
La lanzada y el recibir en brazos
a Jesús ya muerto.
 
Virgen María:
por las lágrimas que derramaste
y el dolor que sentiste al ver la lanzada
que dieron en el corazón de tu Hijo;
sentirías como si la hubieran dado
en tu propio corazón;
el Corazón Divino, símbolo del gran amor
que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre,
sino también a nosotros por quienes dio la vida;
y Tú, que habías tenido en tus brazos
a tu Hijo sonriente y lleno de bondad,
ahora te lo devolvían muerto,
víctima de la maldad de algunos hombres 
y también víctima de nuestros pecados;
te acompañamos en este dolor . . .
 
Y, por los méritos del mismo,
haz que sepamos amar a Jesús como El nos amo.
 
Dios te salve, María,…
 
7º Dolor
El entierro de Jesús y la soledad de María.
 
Virgen María:
por las lágrimas que derramaste
y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo;
El, que era creador, dueño y señor de todo el universo,
era enterrado en tierra; l
levó su humillación hasta el último momento;
y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría,
el trance de la muerte era real;
te quitaron a Jesús por la muerte más injusta
que se haya podido dar en todo el mundo
en todos los siglos;
siendo la suprema inocencia y la bondad infinita,
 fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa;
 tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados;
y Tú, Madre nuestra adoptiva y corredentora,
le acompañaste en todos sus sufrimientos:
y ahora te quedaste sola, llena de aflicción;
 te acompañamos en este dolor . . .  
 
Y, por los méritos del mismo,
concédenos a cada uno de nosotros
la gracia particular que te pedimos…
 
(Hacer la petición)
 
Dios te salve, Maria,…
Gloria al Padre.

 

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