Bendito San Camilo,
que junto con San Juan de Dios,
sois los dos Celestes protectores
de todos los enfermos y hospitales.
Patrono universal de los enfermos,
de los hospitales y del personal hospitalicio...
Oh, glorioso San Camilo,
patrono especial de los enfermos pobres,
tú que con caridad verdaderamente heroica,
te dedicar al alivio de sus necesidades
temporales y espirituales,
ayúdame ahora con tu gran generosidad,
ya que eres bendito en el cielo
y no hay imposible para ti.
Procúrame de parte de Dios Todopoderoso
la curación mi enfermedad, o, al menos,
el espíritu de paciencia
y la resignación cristiana
que santifica y consuela,
para poder hacerla frente.
Hago extensiva mi petición
para todos los enfermos que sufren,
especialmente para los más pobres,
y para los que sufren en soledad.
Cubre nuestras necesidades económicas,
mientras nos recuperamos
de nuestras dolencias,
ya que no podemos trabajar,
y pedimos nuestra provisión diaria,
no permitas que la falta de dinero,
agrave más nuestra circunstancia.
Obtennos la preciosa gracia
de vivir y morir siguiendo tu ejemplo,
en la práctica del amor divino.
Amén.
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