¡Oh, admirable y santa Catalina!
Tú que tuviste el mérito
de hacer de toda tu vida
el holocausto más noble,
y constantemente inspiras
un amor más ardiente hacia Jesús,
el Cordero sin defecto,
y para su Esposa la Iglesia,
cuyos derechos
hiciste enérgicamente afirmar
Te ruego obtengas para mí,
del mismo modo,
la gracia que te suplico:
(Hacer la petición)
Gloriosa Santa Catalina,
tú, que fuiste luz de pecadores,
pues los que contigo trataban
luego a buenos se cambiaban,
y los buenos en mejores,
y por esto mereces el nombre de Divina,
sé mi abogada ante Dios Nuestro Señor,
y súplica en mi nombre por mi petición,
que por ser difícil y urgente,
solo Él puede dar solución.
Por los prodigios y milagros que realizas
a los devotos que te invocan,
y que te aclaman como eficaz medicina,
gozas en cielo de la Gloria,
junto a Dios Nuestro Señor,
donde espero verte un día,
y poderte agradecer
por tan eficaz protección y mediación.
Amén.
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