Líbranos oh Santa Bárbara,
de todos los peligros físicos,
espirituales y morales
que puedan amenazar nuestra vida.
Líbranos de los rayos, de los vientos
de las tempestades y de los huracanes.
Protege nuestras casas y nuestras propiedades
de los peligros que el mal tiempo pueda causar.
Protégenos también,
querida Santa Bárbara
de los peligros que amenazan nuestra fe.
Del abandono de la práctica religiosa
y de la indiferencia a nuestros hermanos
que necesitan ayuda.
Haz que después de pasados
los peligros de la vida
y de los días difíciles
que todavía nos quedan por pasar,
podamos un día gozar de la felicidad del Cielo.
Amen
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