Jueves Santo en la mañana,
llama Jesús a sus discípulos
y de esta manera les habla:
¿Cuál de vosotros morirá por mí mañana?
Unos a los otros se miraban
Respondió San Juan Bautista
que predica en la montaña,
una muerte tan extraña
para ti Señor se aguarda.
Al otro día que era Viernes Pilatos lo sentenciaba,
llévenlo al Monte Calvario que es montaña despoblada,
una soga a su garganta que mas de cien nudos daba
una corona de espinas su cerebro traspasaba.
Por aquí pasó la Virgen triste y desconsolada
para deber de conocerlo cayó en tierra desmayada.
Tres Verónicas que quedaron con paños limpios
para limpiarle el rostro a Nuestro Señor Jesucristo,
una en Belén, otra en Jaén
y otra en la Casa Santa en Jerusalén.
Quien la oye y no la aprende,
quien la sabe y no la reza,
quien la sabe y no la reza,
el día del juicio Final sabrá
lo que esta oración contiene.
lo que esta oración contiene.
Quien esta oración rezare todos los Jueves del Año
encontrará las puertas del cielo abiertas
y las del infierno cerradas.
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