¡Oh Cristo Jesús!
Os reconozco por Rey universal,
Os reconozco por Rey universal,
Rey de los Cielos y la Tierra,
Rey de mi corazón, dueño de todo mi amor,
devoción y fidelidad.
Todo lo que ha sido hecho,
ha sido creado para Vos.
Ejerced sobre mí todos vuestros derechos.
Renuevo mis promesas del Bautismo,
renunciando a Satanás,
a sus pompas y a sus obras,
y prometo vivir como buen cristiano.
Muy en particular me comprometo
a hacer triunfar, según mis medios,
los derechos de Dios y de vuestra Iglesia.
¡Divino Corazón de Jesús!
Os ruego me concedáis la petición
Todo lo que ha sido hecho,
ha sido creado para Vos.
Ejerced sobre mí todos vuestros derechos.
Renuevo mis promesas del Bautismo,
renunciando a Satanás,
a sus pompas y a sus obras,
y prometo vivir como buen cristiano.
Muy en particular me comprometo
a hacer triunfar, según mis medios,
los derechos de Dios y de vuestra Iglesia.
¡Divino Corazón de Jesús!
Os ruego me concedáis la petición
que os hago en esta ocasión,
que es una grave necesidad
que me aflige y tortura,
que me hace sufrir y me deja desolado:
(Hacer la petición)
Seguro estoy de vuestra misericordia
y de que encontraré feliz cumplimiento
para el desenlace de mi problema,
si es para Gloria tuya,
y para provecho de mi alma.
Os ofrezco mis pobres acciones
para que todos los corazones reconozcan
vuestra Sagrada Realeza,
y que así el reinado de vuestra paz
se establezca en el Universo entero.
Amén.